viernes, 2 de abril de 2010

20 ---> Bambinos y Bambinas...


Little Italy se ha visto reducida a una pocas manzanas, pero sus tiendas y establecimientos mantienen su atmósfera, sobre todo las noches de verano, cuando se escucha música napolitana en sus cafeterías y terrazas. La Comisaría Central de Policía es un edificio monumental muy barroco, en forma de cuña y con una cúpula muy adornada que se ve desde el Ayuntamiento. Fue construido en 1905 y utilizado hasta 1973 cuando la policía lo abandonó. En 1983 fue transformado en edificios de lujo. Como recomendación, no dejéis de visitar el restaurante "Da Nico", donde comerás como en familia probando cualquiera de sus 16 tipos de pizzas con su decoración rústica y un espléndido jardín. Va bene!!!!

21 ---> "La China" sin salir de Manhattan...


Comida y productos "de dudosa procedencia" son las señas de identidad de Chinatown. Este barrio nació en 1882 cuando a través del Acta de Exclusión se prohibió que los trabajadores chinos emigraran con sus familias a Nueva York. A partir de ahí este primer barrio chino de Nueva York, en torno a las calles Pell, Doyers y Mott, era sobre todo masculino y dominado por las bandas mafiosas que dieron al barrio su peligrosa reputación. Con casi 200 restaurantes nos podemos comer casi cualquier cosa, siempre que el estómago esté preparado. Las tiendas y mercadillos rebosan de productos exóticos y de baratijas o exquisitas antigüedades. Incluso es frecuente que los dependientes te inviten a entrar en sus clandestinos almacenes para venderte toda clase de falsificaciones. En resumen: ¡¡Dolce & Gabbana y Arroz 3 delicias!!

22 ---> Una oportunidad...


No todo van a ser edificios impresionantes y tiendas de lujo. En Nueva York también hay sitio para las obras sociales como las de los "New York Gauchos". Es una organización sin ánimo de lucro fundada hace 40 años que utiliza al baloncesto para sacar a jóvenes cuyo futuro podría torcerse y enderezarlos a base de un sueño que en no pocas ocasiones se ha hecho realidad...ser una estrella del baloncesto y jugar en la NBA. Su promotor fue un ejecutivo argentino que, buscando seguir formandose en EEUU, consiguió levantar una fundación en el Bronx donde los niños, la mayoría negros y latinos, pudiesen tener algo por lo que luchar y volcar todo su talento. Grandes estrellas de la NBA como Stephon Marbury han pasado por ese recinto donde se respira baloncesto por los cuatro costados y sobre todo ilusión. La ilusión de alcanzar un objetivo cueste lo que cueste.